Cómo puedo estimular el uso de palabras en mi hijo?

Por Msc. Rina Gross Martínez

Terapía de Lenguage & Psicopedagogía

¿Tiene su hijo 18 meses o más, y todavía no usa palabras para comunicarse? ¿Pide todo por señas?  Pues ya es hora de que empiece a preocuparse, a buscar ayuda profesional para descartar cualquier problema de lenguaje y a trabajar en casa. 

Aquí presentamos una pequeña guía para que empiece cuanto antes.

Cuando esté enseñando a su hijo a hablar y a usar palabras sencillas, no debe preocuparse por como suenan esas palabras. Su primera meta es simplemente, lograr que su niño use muchas palabras y verbalizaciones, más adelante podrá trabajarse la correcta pronunciación de estas palabras, lo que queremos es que empiece a expresarse.

«Que adquiera palabras que expresen sentimientos (me gusta, feo, lindo), que use verbos simples como: dame, tome, quiero.» «Que nombre objetos y nombres de las personas que lo rodean.»

Cuando esté enseñando a su hijo a hablar y a usar palabras sencillas, no debe preocuparse por como suenan esas palabras. Su primera meta es simplemente, lograr que su niño use muchas palabras y verbalizaciones, más adelante podrá trabajarse la correcta pronunciación de estas palabras, lo que queremos es que empiece a expresarse. Que adquiera palabras que expresen sentimientos (me gusta, feo, lindo), que use verbos simples como: dame, tome, quiero. Que nombre objetos y nombres de las personas que lo rodean.

Técnicas generales:

  1. Háblele a su niño utilizando oraciones cortas de 3 o 4 palabras, mientras más corta la oración, será más fácil para el niño entender y escoger palabras que pueda tratar de decir.
  2. Hable MUCHO cuando su hijo esté cerca. Háblese a usted misma, diga lo que está haciendo y describa sus acciones a medida que las realiza, por ejemplo al cocinar: «mamita está haciendo sopa, qué rica sopa, voy a cortar la papa, dame la papa.»
  3. Nombre las cosas y repita. Haga que gran parte de su conversación sea simplemente el nombrar objetos con que su hijo esté trabajando. Trate de decir solamente la palabra, luego incorpórela a una oración corta y nuevamente repita solo la palabra. Haga esto especialmente con cosas que le gustan, o cosas que utiliza todos los días. Si está merendando y le está dando fresco, puede decir algo así como: «fresco, aquí está tu fresco», enfatice la palabra y trate de hacerlo con otras expresiones, «qué rico fresco!, me gusta el fresco, fresco.» Espere un poco, (unos 3 segundos) para darle oportunidad de responder. Acuérdese, el que tiene que hablar es él, usted solo le está dando un empujón! Es imposible hacer esto todo el día, pero trate de hacerlo en ocasiones como cuando come o lo baña.
  4. Siempre acepte o estimule cualquier intento de hablar. Si un niño trata de usar una palabra, acéptela con entusiasmo, y además repita la palabra para que la escuche de usted en forma correcta, por ejemplo, si dice tarro en lugar de carro, diga ¨carro¨, ¨hay un carro¨, repita la palabra aunque la haya pronunciado bien.
  5. Estimule la imitación de sonidos y ruidos. Si fuera posible establezca un horario donde usted haga estos ruidos divertidos y él los imite, este es el primer paso para que imite las palabras. Si del todo no imita sonidos, trate de que imite movimientos de las manos (como aplaudir) y trate de seguir con movimientos de boca y sonidos.
  6. Déle a su hijo una oportunidad de usar las palabras que ha aprendido poniéndolo a escoger. Por ejemplo, cuando tenga sed, pregúntele quiere jugo? (mientras se lo enseña), si está jugando con un rompecabezas, u oteo juego, controle usted las piezas, le enseña dos a la ves y pregunta quiere esta o esta?.

Y recuerde siempre leer cuentos, usar rompecabezas sencillos nombrando las partes, ver untos las fotos de la familia, le encantará nombrar y enseñar a las diferentes personas, así como recordar eventos ocurridos, cuando nació, sus cumpleaños, paseos, etc.

Aproveche a las horas de comida y al vestirlo, para obligarlo a pedir lo que quiere y siempre que obtenga una respuesta verbal, elógiela y repítala.

Esta es la base para el buen inicio de su lenguaje.

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